Es tedioso, ¿no lo crees?
Nuestros días se han vuelto así: Te. dio. sos.
Levantarte, desayunar, trabajar, comer, trabajar, dormir...
Es tan rutinario que cansa y aburre.
Pero ¡Hey, sonríele a la vida!
(Eliz, estamos en cuarentena)
¿Cuarentena? Eso ya lo sé, pero...
(Entonces, ¿cómo pretendes que sonría si me aburro?
Ésto no es vida, Eliz.)
Oye, eso no es excusa, digo; al menos estás en tu casa.
(¿A qué te refieres con ´al menos´?)
Oh, no lo habías pensado así, ¿cierto?
(Explícate, no te entiendo.)
Bien te explicaré...
Dije eso porque, vamos, no estás en la peor situación. Tienes en que y donde resguardarte, si te cuidas realmente nunca correrás mucho peligro. Sin embargo, hay quienes no tienen eso, ¿o es que ya olvidaste los orfanatos?
Hay personas que no tuvieron, ni siquiera, la mínima posibilidad de llenar toda su despensa de una vez cuando comenzó el desabasto. Recuerda, no todos gozan de un salario que te permite mantener las deudas a raya, mucho menos enfrentarte a un despegue de precios y caza de alimento de un día para otro.
(Eliz, te estás desviando...)
Lo siento, me deje llevar.
Lo que quiero decir, es que el hecho de no salir de casa no significa que no puedas divertirte. Y no me mires así, ya sé que suena a anuncio de televisión, pero es verdad. Como dice mi abuela: "En la casa siempre hay cosas por hacer". Yo no lo creía hasta ahora, te sorprenderías si vieras mi lista de pendientes por hacer.
(¿Lista?)
Ah, sí, ese es otro punto.
(¿Otro punto? ¿Es en serio?
Creo que te volviste loca.)
Eso no es verdad.
Es sólo que, tal vez deberías intentar concentrarte más en tu presente, en lo que puedes hacer ahora y no en lo que harás después. No digo que no hagas planes, al contrario, hazlos para que te motives; pero también piensa que si ignoras lo actual, seguirás procrastinando una vez que regrese todo a la normalidad.
(Claro que no, yo no procrasti...)
Sí, lo haces.
Y si no empiezas a cambiar eso ahora que estás en casa y no hay excusas que te hagan decir "regresando lo haré"; entonces nunca verás resultados diferentes.
(Bien, suponiendo que tuvieras razón...
¿Quién eres tú para decidir si debo cambiar o no?
¿Yo? Yo realmente no soy nadie.
Sólo te estoy diciendo lo que pienso, eso es todo. Ya sabes, quiera o no ahora hay un poco más de tiempo libre y pues al parecer a mi mente le gusta divagar.
(¿Tiempo libre? Yo sigo igual, el día no me rinde)
Oh bueno, quizá te puedo dar algunos consejos o sólo hablar sobre eso; aunque tendrá que ser más tarde.
(¿Más tarde? ¿Y tú ´tiempo libre´ dónde queda?)
Por eso, es mi hora de ver un capítulo de mi serie.
Hablamos luego, ¿ok? Ya voy tarde.
(¿Tarde?
Caray, sí que estás demente...)
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